Uno de los problemas más graves que existe en la actualidad es el control y el manejo de la depresión. Leo artículos y testimonios acerca del tema y encuentro que se sabe realmente muy poco acerca del padecimiento. Como víctima de la depresión, me siento capaz de hablar y clarificar este tema.
Los síntomas de la depresión son muy variables y diferentes para cada persona, esto se sabe porque todos interpretamos de diferente manera lo que nos ocurre en la vida, algunas personas poseen más control emocional que otras y pueden vivir con una depresión silenciosa, algunos otros son más explícitos, como si tuvieran un amplificador conectado en el máximo volumen para la gente que los escuche.
Para quien no conoce la depresión, puede ser que a lo largo de su vida haya experimentado sus efectos sin siquiera darse cuenta de ello. Entonces, ¿Qué es la depresión?
La depresión es insatisfacción con uno mismo, es creer que no tenemos la más mínima chispa o razón de vida para continuar, es pensar que el personaje que me tocó vivir no aporta ninguna valía al mundo porque simplemente no entiendo cómo se es feliz en un mundo tan ruidoso. Ya sea que hayas perdido a un ser querido, a tu esposa, a tu madre, a tu padre, a uno de tus hijos, tu empleo tal vez. Quizá no has conseguido alinear tu vida a las condiciones deseadas y vives una vida de silenciosa desesperación. Tal vez porque no puedes tener bebes, o quizá porque perdiste al amor de tu vida siendo insensato y ahora la culpa te carcome el corazón. Quizá tuviste una experiencia tan difícil que te quema el alma tan solo recordarla. Sea cual sea el problema, el trasfondo es el mismo: te sientes incapaz de vivir plenamente porque hay un dolor dentro de ti que no eres capaz de curar, y lo peor de todo, es que has acostumbrado tu espíritu a vivir con él tanto tiempo que cualquier señal de incomodidad por culpa de esa basura maldita ahora te define como persona. Te convences de que tienes una fobia, una intolerancia, un estigma con el que te tocó vivir y truncas tu desarrollo, vez la vida con una venda en los ojos, pero sientes con una daga en el corazón. Eso es la depresión.
Afortunada o desafortunadamente solo existe una cura para tan desgraciada enfermedad: un propósito.
Encausar tu vida en un propósito bien definido es la única solución definitiva ante cualquier síntoma de depresión. Entender que estas aquí por una causa y dedicar tu vida a descubrir cual es, es entender que el significado de tu vida es más grande que tú mismo.
Tener un propósito bien definido no es lo mismo que tener metas claras en la vida o saber lo que quieres. Tener un propósito bien definido va más allá del plano finito en el que se ejecutan las metas y los objetivos. Un propósito bien definido hará que te manejes con la actitud correcta ante cualquier situación adversa. Esto no quiere decir que no vas a llorar, que no vas a sentir pena o tristeza por algo que te pueda llegar a pasar, significa que has comprendido que tu actitud ante lo adverso es ley y juez en el caminar de la vida.
En otras palabras, la cura de la depresión es encausar tu vida en la búsqueda de tu propósito mediante el logro de metas. Fallarás, eso es un hecho, te equivocarás, se reducirán tus amigos, caminarás solo por largas temporadas, pero poco a poco brotará en ti una pequeña llama de inspiración a causa de estar viviendo tu propósito.
Y la felicidad pertenece a las personas que se dan el tiempo de diseñar su vida detalladamente y vivirla con arte, o al menos encausarse en esa visión.
Si te interesa conocer más acerca de tu propósito, por favor sigue consumiendo estos contenidos o bien, aventúrate a conocer los 7 principios, te cambiarán la vida.
Definitivamente mientras tanto, acude a “Caminando con Dios” o escucha “lunes de mentor”, el capítulo 17 te gustará.
El viaje al descubrimiento del propósito es algo que se logra con el tiempo, pero mientras tanto, debes soportar las quimioterapias emocionales de la vida con una mente y un corazón agradecido, créeme, sé por lo que estás pasando y quiero ayudarte.
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